nuevecerocinco

Desde la semana pasada, cuando este mes comenzó, pensé en escribir(te) algo... no pude... entonces me fuí a Gto... escribí y escribí y escribí, pero no para tí, escribí a manera de hábito, a manera de objeto perdido y a manera de novela que ya sólo es un poco de ceniza en una bolsa de basura... pensé entonces en mis hábitos, mis hábitos oscuros de miel, en mis hábitos de humo, en mis hábitos de tierra, en mis hábitos naranjas, en mis hábitos musicales, en mis hábitos de fuego, los de perro, los duales... en los demasiados hábitos que no tienen sentido y mucho menos escribirlos... fue cuando ya nada tuvo sentido que me propuse escribirte... tampoco pude... y el viernes llegó como si no hubiera importado ni un sólo día de los anteriores, ni de los anteriores y ni de los anteriores... fuí a León ese día pero no quería, no quería que más simbolismos se pasearan en mi cabeza -ya hay demasiados, sabes- entonces por cauzas y azares el camión pasó por tu casa y los simbolismos vivieron y se mataron y renacieron en mi cabeza, todo en el alto del semáforo... y me dí cuenta que a lo mejor así debías sentirte todo el tiempo, no por lo de los simbolismos, esa estupidez es mía, si no por la sensación del dominio universal dentro de tu cabeza... seguí envidiandote, a tí y a tu cabeza... te dejé un rato, pero hubo un breve momento en el que pensé en llamarte, pero se murió con un: ¿para qué?, y como  se murió ya ni siquiera tuve que responder la pregunta pero supongo que la respuesta hubiera sido algo como esto: "para nada"... te retomé cuando llegué a Gto, justo cuando alguien pagaba la caseta, aunque no se muy bien si te retomé a ti, a tu recuerdo o a tu símbolo, supongo que a ninguno... no quería ir a mi casa porque eso implicaba inevitablemente pensar en escribirte por la víspera del símbolo nuevecerocinco, así lo bauticé, y como verás, no tengo imaginación, por eso estudio artes plásticas, pero bueno... el caso es que no fuí a mi casa... llegó el sábado y llegué como a las 11 a celaya... desde esa hora he estado perdiendo el tiempo a ver si pasa para no escribir algo del nuevecerocinco, pero creo que ya es inevitable porque si sigo así, terminaré escribiendote en el mismo símbolo lo que creará otro símbolo y así y así y así, ad infinitum, como diría... ah... se me olvidaba, tu ya no alcanzaste a ver esa película de la Liga, al menos no conmigo... entonces como te decía, -es en este punto exacto en donde me doy cuenta que de verdad te escribo a tí-... bueno, te decía, se crearía otro símbolo, uno que resultaría eterno y yo ya soy demasiado eterno como para soportar esa clase de símbolo, además ya sabemos que soy demasiado débil para cargar con algo así, ya es demasiado pesado vivir con el peso de la historia, con el de los recuerdos, con el de otros símbolos y sobre todo con el de mi estupidez, afortunadamente soy eterno, si no, ya hubiera muerto (¿no te sorprende mi lógica?)... te decía pues que me resulta inevitable escribirte en pos del símbolo, porque ni siquiera es en pos tuya ¿no es eso triste? ... podría serlo si no recordaras que no hace mucho, como unas dos o tres líneas arriba te dije que me dí cuenta que de verdad te escribía a tí.... y bueno, ¿es triste?... y aquí podría terminar de una manera perfectamente dramática toda esta mamada, pero recuerdo que había demasiadas cosas que escribir, lo malo, que pocas de ellas tendrían cierto valor, al menos para mí, porque quién soy yo para decir que cual o tal cosa tiene valor para tí? y aunque este pequeño texto es para tí, soy yo quien lo escribo, y no puedo hacerlo para tí si no estoy yo aquí, y si me ves ¿no?... ahora, ya sea que me veas o no, soy yo, y puede que todo esto te parezca de alguna forma en la que esa forma sólo pueda ser imaginada por ti, o quizá creas que todo esto está construido a base de ciertas creencias las cuales sólo tu puedas formular y organizar o la mejor sientas todo esto tan sentimentalmente como sólo tu podrías sentirlo, o puede ser que pienses que todo esto es tan lineal o divergente como sólo tú podrías pensar y definir lo lineal o lo divergente, pero la verdad es que lo que pienses sientas o creas, no me importa, y no es que no me importe porque no lo entienda, porque no podría hacerlo, tampoco no me importa porque me valga madre lo que creas sientas o pienses, sólo no lo entiendo, ni lo haré, esa es una de las razones por las que nada importa, pero la verdad de la verdad de que no me importe, es que te quiero, y confío en que sepas la diferencia en que nada importe y que no me importe, no de la forma mundana, sino de la universal... vaya, paso de tí a tu símbolo como si me valiera madres, bueno, creo que debería poner todo esto de mejor manera... ... ... primero, tu tienes la cualidad de que puedes ser un símbolo, no símbolo desechable como una cruz, un nuevecerocinco o algo estampado en una camiseta, yo digo a un -si se me permite llamarlos de esa forma tan pueril- símbolo tipo Euler, Tesla, Einstein o quizá, quizá, Ray Palmer (jaja ya sé, mamé jaja)... por esta razón, yo no te entiendo, ni  a tí, ni a tus creencias ni a nada que pienses, y por la misma razón, nada importa, ni siquiera que te quiera, y porque te quiero, no me importa lo que sientas o lo que pienses o lo que creas, todas esas cosas te corresponden a ti, no a mí... ahora ves la diferencia... ahora, para qué aclarar la diferencia?... no me acuerdo, pero para algo debe servir... creo que es hora de dejar de escribir, y la verdad, no sé si realmente todo esto fue para tí, o si fue para mí,  ya ves que si el egoísmo tuviera forma humana, se parecería a mí... además, esto no sería mío si de alguna manera no estuviera jodiendo o no estuviera incompleto y no te dejara con una mala sensación...

te dejo pues, algo de música (deberías buscar la letra)...

You better be careful now...